La exposición se organizará en torno a los siete videogramas.

Se proyectarán sobre los muros de las salas de exposición, evitando en lo posible todo artificio de pantallas y salas específicas.

La gráfica y los textos de la exposición se proyectarán también mediante vídeo, de manera que todo el espacio expositivo será la manifestación directa, realzada en blanco, de sus características arquitectónicas.

Los requisitos de instalación serán, por tanto: mínimo, 5 videoproyectores, con el correspondiente equipo de sonido y bancos.